jueves, 3 de diciembre de 2009

¿Qué hace una chica como tú... ?



Quisiera dedicar algunos capítulos en este blog a comentar el vergonzoso capítulo del otro día frente al Ministerio de Industria, en el que por cierto había más magnates (¿o he de decir “mangantes”?) de la Industria musical que Artistas en sí mismo. Hoy me gustaría hablar particularmente de la venta de música en España, de ese descenso de ventas en CDs del que hablan y algunas de las verdades que me encuentro yo a diario.

Siempre he sido un coleccionista de música, DVDs, libros, etc… No me importa dedicar una parte no muy grande de mi sueldo a comprar cultura, entiendo que otras personas tengan otras prioridades pero a mí siempre me pareció invertir en mi propia persona. A diferencia de muchos, yo soy un enamorado del formato físico, me gusta poseer los CDs, palparlos, la sensación de quitarles el precinto, leer el libreto (siempre que lo tienen, que es otra), ver el artwork, ponerlo en mi reproductor… Comprendo a quien dude que la venta física vaya a tener futuro y piense exclusivamente en la distribución digital (sea con coste o no); yo creo que siempre habrá hueco para los dinosaurios como yo que no nos convence la descarga digital (ya sea en música, vídeo o libros), pero que entendemos su comodidad y sus ventajas, porque sin ir más lejos, lo primero que hago al comprar un CD es pasarlo al iPod y en demasiadas ocasiones no vuelve a salir de la caja jamás.

Por diversos factores este año casi he comprado más de 70 CDs (he estado rodeado de gente que me ha hecho grandes descubrimientos y he aprovechado para lanzarme a varios géneros hasta ahora vírgenes en mi colección), el precio medio por CD (ya que llevo un control de lo que compro) apenas alcanza los 7 €, y eso que he comprado cosas como el pack Stereo de los Beatles que sin duda ha subido el valor medio, y diferentes novedades que no se pueden encontrar tan baratas. De esos aproximadamente 70 CDs que he comprado a lo largo del año mi dinero se lo han llevado tiendas como Amazon (en sus diferentes variantes), Play.com, CdWov, DeepDiscount, etc… sólo 2 discos he podido comprar este año en nuestro país y por ser precisamente de grupos nacionales.

Voy a poner una comparativa que creo resultará esclarecedora: mi último pedido en Amazon Inglaterra. La verdad es que esta vez ni me preocupé demasiado en valorar si esos CDs estaban más baratos en otros sitios, ni en esperar promociones, probablemente lo podría haber sacado menos caro si lo hubiera dividido en varias tiendas. Pues bien, ahí va la factura detallada:

Mi compra en AMAZON.CO.UK

13 discos, total puesto en casa 73,75 libras esterlinas (ahora mismo unos 81 €), como veis poco más de 6 € por CD. Como veís en esta ocasión se trata de CDs no especialmente complicados de encontrar en nuestro mercado, digamos que estaba completando algunos huecos que periódicamente relleno. Vamos a hacer el experimento de simular este mismo pedido en las dos tiendas que seguramente más música en formato físico venden en España: Fnac y el Corte Inglés. Estos son los resultados:

Misma compra en FNAC.ES

Misma compra en ElCorteIngles.es

El mismo pedido que me ha costado en Amazon aproximadamente 81 € cuesta 200,10 € en Fnac y 210,25 € en El Corte Inglés. En ambos casos, un 150% más caro que comprando fuera, y resalto que al ser una lista bastante sencilla (ya veis que hay más de un disco de esos que está en las series baratas españolas) la diferencia no es tan abismal como en otras ocasiones me he llegado a encontrar cuando hablamos de música no tan popular con precios que se multiplican por cuatro o cinco. No me voy a meter igualmente a comparar los sueldos medios de Inglaterra y España aunque sería otro factor a valorar, ni tampoco hablamos de comprar esos mismos CDs en Marketplaces de Amazon o tiendas como SecondSpin EEUU, diría que incluso podría haber sacado este mismo pedido bastante más barato, a poco que hubiera buceado en la red de redes, pero en este caso me interesaba el excelente servicio de Amazon (a diferencia de las tiendas on-line Españolas).

Es muy fácil, y demagógico, echarle la culpa de la bajada de ventas a los P2P, o mandar a 20 artistas a que den la cara por por tus propias miserias, lo complicado es atribuirse alguna culpa de no saber adaptarse ni evolucionar el mercado, ni tener unos precios absolutamente hinchados e impagables para la mayoría. 6 euros puede ser una cantidad que, personas como yo, estén dispuestas a pagar por un CD, otros a lo mejor tienen una prioridad diferente y ese dinero lo guardan para un concierto o para su vida personal y eso es respetable y ha pasado siempre, pero que por el mismo producto te cobren 6 € en la Europa civilizada y en la "España cañí" te pretendan cobrar 15 € no se trata de un problema de 16% o 7% de IVA como nos quieren hacer creer, sino que algo más falla.

La gran realidad es que en las series medias (CDs rebajados) siempre entran los mismos “Alejandros Sanz” y demás artistas que ellos quieren promocionar en exclusiva, obviando que en este país hay también otros criterios musicales y que muchos estamos hartos de lo mismo de siempre. Que las novedades salen con un precio de 15 a 20 euros cuando fuera se pueden conseguir por poco más de 8 el mismo día, que además en demasiadas ocasiones presentan el CD con un artwork o diseño verdaderamente pobre que hacen que la compra física no tenga ningún aliciente respecto a la descarga, o a los 4 meses te sacan una Edición Especial de lo que no han querido sacar en el lanzamiento castigando precisamente a quien se compró el disco en la salida, con una terrible falta de respeto y mentalidad sacacuartos. La globalización habrá traído sus problemas, pero una de las ventajas es el aumento de la oferta al mejorar la competitividad entre empresas; en este caso nos ha traido la posibilidad de comprar en la UE sin recargos, pudiendo ver lo tremendamente incompetentes que son tanto Distribuidoras como Comercios Españoles en este apartado en particular.

Evidentemente siempre habrá quien no esté dispuesto a pagar nada por nada (ni música ni conciertos) e incluso tenga una carpeta repleta con 500 CD grabados de los que no habrá escuchado ni 3 porque no valora la cultura sino el poseer por poseer, ya se sabe que España es el país de la pandereta y la picaresca y en ocasiones está mejor visto grabar que comprar. Añado que tampoco me parece de recibo que alguien se pueda enriquecer por sencillamente linkar a contenido que no le pertenece, quienes viven, y muy bien, de banners en páginas con enlaces, pero esto ha existido siempre, ahora y en la época del vinilo. Iniciativas como Spootify son absolutamente geniales y aplaudidas desde todos los sectores, pero desgraciadamente aún no abarcan todo lo que pueden a nivel de artistas y géneros, y mi única realidad es que si yo este año he comprado todos esos CDs es porque anteriormente han podido recomendármelos, descubrirlos, escucharlos (cosa que en la radio española probablemente jamás habría podido), y cuando finalmente me han convencido, comprarlos. Esto sin el intercambio sin ánimo de lucro jamás podría haber sucedido; me tendría que haber limitado a haber escuchado, y posteriormente decidir si comprar, únicamente la música que las majors promocionan a través de sus canales de distribución (sota, caballo y rey). Por decirlo de otra forma he tomado decisiones en base a mis criterios y gustos sin ninguna imposición y eso evidentemente es algo que enciende la luz roja: "¡Están pensando!" Exclaman. y eso es exactamente lo que siempre han querido evitar.

Tampoco gusta que pensemos a los artistas mediocres que llevan años haciendo basura y que si antes vendían era porque sencillamente vivíamos con la dictadura de las radio-fórmulas (que afortunadamente ya se acaba),la sensación de que no había más y era de ley que sonaran a todas horas machaconamente. Enfada igualmente a quienes metieron un pelotazo por un solo hit, un programa de TV o por ser “sobrino de…”, o sencillamente a los que su tiempo pasó y no son capaces de aceptarlo. Les mata de miedo que haya otras alternativas basadas únicamente en la música y en los propios criterios de la gente, a los que precisamente la crisis no les está afectando tanto, puesto que no paran de dar conciertos que es donde está el dinero para el artista sin intermediarios, y no en las míseras 100 pesetas por disco (y si tienes la suerte de ser el autor de los temas). Russian Red sin haber sonado una sola vez en Cadena 100 ni 40 principales y en una discográfica pequeña como Eureka Music, ha tenido la gira más rentable del año vendiendo apenas 20.000 discos.

Lo peor es que todavía comprando 70 CDs al año tendré que permitir que me pongan bajo sospecha, llamen ladrón y cobren de antemano por conectarme a Internet y utilizarlo precisamente para conocer los artistas, a los que posteriormente, si lo merecen, querré comprar el disco e ir a sus conciertos. Soportar que pretenden vivir de mis impuestos porque ya nadie está dispuesto a pagar por ellos debido a su falta de calidad, hasta ahora camuflada por lo limitado del repertorio a elegir; la realidad es que cada día hay más opciones no propuestas y la gente está conociendo más y mejor música nueva y creciendo personalmente. Que sepan que en España hay mucha gente, como yo, que sigue comprando música de forma física porque le gusta coleccionar, claro que como dicen los anuncios de una conocida tienda de electrodomésticos: “Yo no soy tonto”. No estoy dispuesto a comprar lo que ellos quieran, donde ellos quieran y a más del doble del precio que el resto de Europa; seguiré coleccionando cultura y apoyando a los artistas que me interesan por supuesto, pero siempre salvaguardando mi economía y mi propia inteligencia ¡Viva la cultura de verdad sin imposiciones! ¡Viva los conciertos!¡Viva Amazon!

El repliegue del Gobierno bajo la presión internauta, teniendo que salir el propio Zapatero a dar la cara, nos hace plantearnos cual importante se ha convertido el correcto manejo de las herramientas que nos brinda Internet hoy en día para denunciar y luchar por lo que hasta ahora, en demasiados ocasiones, se trataban de casos de absoluto abuso totalmente impunes. Del mismo modo llega la tremenda incomprensión de quienes, aún hoy, se muestran temorosos a la utilización de estas herramientas por lo que “es justo” y luchar por su propio futuro, y no sólo no niegan la mayor sino que siguen compartiendo pancarta al lado de quienes practican ese abuso sobre ellos, ya sea bien por miedo, desconocimiento o diligencia. En mi opinión, permanecer allí al lado de esas personas de las discográficas (y no hablo de los técnicos, ni de los currantes) les pone en el mismo saco de otros mucha artistas que figuran en esa misma foto y que viven instalados en la mediocridad desde hace un tiempo, si están ahí es precisamente por razones de supervivencia, porque ya no interesan ni lo harán proximamente a casi nadie. Otros que también están no es que figuren en la mediocridad ahora, sino que llevan toda su vida en ella y sencillamente tuvieron su momento de suerte. Quienes temen a este futuro que se nos está abriendo quizás es porque desconfian de sus propias posibilidades o saben que no tiene el talento requerido hoy en día entre tanta buena oferta.

Me gustaría dedicar mi próxima entrada casi en exclusiva al presidente de Sony Music España, Carlos López, que se mostró en el acto casi como un adalid en defensa de la cultura. Después de casi un año viviendo de forma muy intensa como trabaja su empresa hay que aclarar unos cuantos puntos de cuál es la “cultura” que mueve a esta gente, y como no se les cae la cara de vergüenza de siquiera mentarla.

Será de nuevo aquí, a contraluz...

1 comentario:

  1. Gracias por esta instructiva exposición...aunque me he quedado un poco ciega de leer tanto blanco sobre negro, por dios!
    Cuídate.
    Zubi.

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