Todo se había llevado con un gran secretismo intentando crear en la gente la dosis exacta de expectación y ansiedad. Aún se desconocía el estilo musical, tampoco se habían confirmado productores, idioma o autores de las canciones del primer disco de ese proyecto (que aún nos sonaba extraño) llamado Labuat. Sólo teníamos una fecha y una emisora de radio: 2 de Febrero de 2009 en Cadena 100.
Las únicas filtraciones que en esos días había, se publicaban en una página que trataba sobre temas televisivos llamada
tele.org; en el que una de las colaboradoras, que firmaba con el pseudónimo de Maritele, hablaba de vez en cuando sobre el disco de Virginia, visto el incremento de visitas que ello les suponía. Casi siempre lo hacía con un tonillo de mala leche, aunque al final sus informaciones se solían confirmar como verdaderas, no en vano Maritele disponía de contactos de primer orden en la propia Getsmusic. Fue precisamente ella
la primera en poner sobre el tapete que el primer single de Labuat sería una canción lenta con un ritmo cercano al vals, que su letra hablaba sobre el agua y el aire, y que estaba compuesta por el propio Risto Mejide. Desgraciadamente (como pasa en demasía en el mundo de la opinión que rodea a Virginia) no tardó en recibir palos a su publicación con un exceso de visceralidad en base a una supuesta defensa que al final genera precisamente lo contrario. Todas aquellas informaciones sonaban demasiado extrañas.
Un presunto lío con las fechas por parte de Sony Italia, hizo que nuestro pequeño calidoscopio saltara por los aires tres días antes del estreno en exclusiva en Cadena 100.
Soy tu aire se encontraba ya a la venta en
iTunes Italia, y como en cada canción que se despacha en la popular tienda de Apple, era posible hacer una pre-escucha de 30 segundos de la misma. Fueron momentos de locura en el foro: mensajes privados, teléfonos rojos, actuación... Mucha tensión intentando evitar posibles problemas debido al contrato de privilegio con Cadena 100. No tardamos demasiado en darnos cuenta, que no sé podía luchar contra la increíble viralidad de Internet: el enlace para escuchar ese fragmento ya circulaba en pocos segundos en foros, blogs, páginas web, y demás. A pesar de tener la consigna de intentar parar aquello, era imposible. A pesar de nuestro esfuerzo, nosotros no podíamos ni debíamos luchar por tapar un error, que desde luego no era nuestro, tampoco debíamos ser quienes nos lleváramos un mal rato por ello.
En lo relativo a lo exclusivamente musical, para qué negarlo, esos 30 segundos escogidos no pintaban demasiado bien. Una Virginia que vocalmente parecía más cercana a la de
Lunas Rotas que a tantas otras canciones en las que todos nos había enamorado, en el género musical daba la impresión de estar más cercana al bolero (cosa inimaginable en su momento), la orquestación demasiado atípica e incluso una portada de single no excesivamente acertada. Todo ello generó un revoltijo de opiniones dispares en las que quizás primaban las más negativas, ideas preconcebidas del álbum entero por 30 segundos y con ello una pequeña montaña rusa de sensaciones. No faltaron por supuesto, los intentos de comprar la canción entera en iTunes Italia, pero se necesitaba una tarjeta de crédito italiana y a pesar de remover Roma con Santiago no hubo manera de conseguirla finalmente.
El día anterior a la puesta de largo en Cadena 100,
MSN Italia (portal web de Microsoft) subió también sus 30 segundos del tema en los que se mostraba otra parte diferente. La cosa no cambiaba demasiado, pero aún así quedé a media tarde para comentarlo en el Messenger con otras tres personas (a los que hoy llamo amigos) también ávidos de nuevas noticias sobre el disco. Sin todavía escarmentar y por pura cabezonería, intenté de nuevo comprarla después de tantos intentos fallidos en iTunes, sorprendemente esta vez si me dejó hacerlo y la canción comenzó a descargarse en mi PC mientras yo no daba crédito. Fue de esta forma, casi sin querer, como me convertí en posiblemente el primer comprador de la música de Labuat de la historia.
Aun puedo sentir esa primera escucha y las sensaciones que en mí causaron. Como mis tres amigos esperaban con inquietud mi opinión mientras yo la escuchaba nervioso por primera vez, como en el primer puente musical les escribía de forma eufórica que aquello no era únicamente una repetición continua de estrofas sino que la canción iba mutando como algunos sospechábamos, también me acuerdo como se me pusieron los bellos de punta con la explosión final... Más tarde y tras intentar detallarles sin éxito lo que acababa de escuchar, pude por fin pasarles el tema (no sin problemas puesto que estaba protegido) y vivir también esos mismos momentos pero desde el otro lado; esperando, en este caso, yo, su reacción para luego quedarnos durante un buen rato hablando de la cantidad de instrumentos que había, los arreglos, la voz de Virginia... Recuerdo irme a la cama esa noche, dejando en el foro un mensaje tranquilizador del jugador que va a la partida con la serenidad de tener todas las cartas bien marcadas. Fue igualmente genial vivir al día siguiente el estreno del single en Cadena 100; ir leyendo las distintas opiniones de la gente, algunas buenas otras malas, pero como afortunadamente pasaba siempre en esa época, muchas y nunca indiferentes (lo cual siempre es enriquecedor). A la noche Florín en la Radio "En la Orilla del Favre" abrió el programa pinchando la versión italiana y muchos pudieron escuchar la canción completa y con buena calidad sin las cuñas y cortes de Cadena 100.
Decía Mister Furia en el Podcast de The Pinker Tones, que el día que Virginia escogió
Soy tu aire como single cerró la puerta de Operación Triunfo, ya que desde el principio lograron ofrecer algo absolutamente distinto a las latinadas y música de consumo rápido que (salvo honrosas excepciones) habían precedido a Labuat. Como muchos, tenía grandes dudas con esos 30 segundos, pero se disiparon en el instante en el que la pude escuchar completa por primera vez. Me pareció un tema estupendo, original, con un toque casi de película de fantasía, en una muy buena labor por parte de todos los integrantes de Labuat. Eran momentos de expectativas hinchadas, de un cierto interés por parte de los medios, de ser la reina de la búsqueda en Google, de comentarios también en foros de prestigio, eran también los días de la promesa de actuaciones siempre con música en directo, de luchar por lo auténtico... Sin embargo algo falló: la canción no fue casi radiada ni tampoco se pudo dar a conocer por ninguno de los otros medios disponibles, y con sólo diez semanas de vida fue tristemente finiquitada. Por desgracia
Soy tu aire vivió en sus propias carnes todas las miserias de la industria musical española.
Y es que en mi opinión, si no logró entrar en los medios no fue por su propia su condición de diferente a pesar de intentar utilizar esto en su contra como excusa(una canción termina asumiéndose a base de repetirla machaconamente, como bien saben las RadioFormulas), sino por una pobre apuesta por parte de su compañía en los tres medios masivos que hoy en día disponemos: televisión, radio e Internet. Es verdad que había mucha entrevista a Virginia en prensa escrita y también muchos actos digitales, pero la realidad es que se trataba de vender música y no palabras, y
Soy tu aire no logró llegar a sonar en casi ningún sitio e incluso se pusieron impedimentos para que así fuera. Lo más triste, es que en muchos casos no requería siquiera dinero, sino cierto interés y aprovechar la cantidad de posibilidades que se ofrecen ahora mismo por ejemplo en la red. A ello hay que sumar además, graves errores de bulto en lo referido al lanzamiento, impropios de la multinacional que más vende en nuestro país: no hubo un videoclip hasta mes y medio después respecto al estreno del tema, cuando finalmente salió se cambió rápidamente de single, tampoco se dejaba enlazar el mismo desde fuera de Youtube. Las promesas de grandes actuaciones en directo para televisión tampoco llegaron, y no pudo escucharse a nivel nacional nada en TV salvo esa gloriosa interpretación en AR, donde la propia Ana Rosa se quedó con cara de muñeca Nancy. También hubo incontables problemas con respecto a su hermana
Soy tu agua, como el retraso constante de una edición Deluxe en iTunes que nadie sabía a ciencia cierta cuando salía, o una primera tirada de vinilos defectuosos en la que la directamente se omitía a pesar de estar anunciada en la contraportada. La única propuesta medianamente original con la que contó y que con el tiempo ha resultado tremendamente exitosa, fue el
Pinta soy tu aire, que curiosamente vino a propuesta de AfterShare y no de la propia Sony. Igualmente genial, a la vez que con cierta repercusión mediática, fue la idea de mezclarla con la
La mentira en el primer concierto en Penélope, después de todas las acusaciones de plagio vertidas las logró acallar con un aplauso unánime mediante una muestra de humor y saber reírse de uno mismo, que tantas veces he echado en falta en la propia Virginia. Da la sensación de que el
Soy tu aire estuvo metida en una lucha de egos y demostración de poder, en la que el mayor perjudicado fue Labuat y por tanto todos los que lo forman (incluido Sony), no era su guerra.
A un año del lanzamiento y con la distancia que da el tiempo, ahora quizás coincido con la opinión mas contenida expresada en su día por Lucky Tovar respecto a
Soy tu aire. Considero que quizás lo más original de la propuesta (por encima de arreglos, instrumentación, letra o desarrollo) es la propia forma de interpretarla de Virginia Maestro. Ahora a la producción le veo algo más los hilos de lo que lo hacía en su momento: cierta rigidez en la forma de cantar de Virginia (quizás motivada por los problemas de bloqueo que tuvo en la grabación), algunas partes quizás sean algo previsibles y dulcificadas, y sobre todo demasiada sobreproducción instrumental cuando en mi opinión, Virginia cuanto más cercana a la raíz mejor. Sin embargo sigue pareciéndome un tema magnífico, con la mayoría de virtudes intactas y ese aura que arrastra de "tema maldito" o "incomprendido”, hacen que todavía lo vea de forma más entrañable y especial. Además Virginia ha mejorado su interpretación en vivo hasta bordarla en cada concierto; con una mezcla de agua y aire ha sabido llevarla todavía más a su terreno, hace que cada actuación sea distinta permitiéndose jugar más con el fraseo y con el tiempo (aunque muchos agradeceríamos que lo hiciera todavía más). Aunque quizás no me parece el registro vocal o el estilo en el que yo veo a Virginia más cómoda para un futuro, sí me parece un debut con el que podrá mirar hacía atrás y sentirse orgullosa. Con respecto a mi, es un tema que 365 días más tarde todavía sigue provocándome sensaciones, y eso no lo hacen más que los temas que me mueven algo por dentro. Como ejemplo pongo que
Soy tu agua sólo me permito escucharla en aquellos momentos que le puedo prestar toda la atención necesaria porque la vivo de forma muy intensa; una vez hecho pasa bastante tiempo hasta que de nuevo quiero volver a oírla.
Y precisamente por eso, quiero hacer un punto y aparte para
Soy tu agua. Aún recuerdo aquella noche que tras muchas decepciones por los retrasos pudimos por fin escucharla, como me quedé hasta altas horas de la madrugada hablando de ella y como posteriormente me costó conciliar el sueño, aún conmovido por la extrema belleza de lo que acababa de escuchar en las prodigiosas manos de Juzz Ubach y la voz desnuda de Virginia Maestro, no me podía creer que estuviera escuchando algo así en una producción nacional. Al día siguiente vestí ojeras en el trabajo y sin embargo me levanté con una sonrisa de oreja a oreja que me duró todo el día. Podría decirse que
Soy tu aire es la versión elegante, sotisficada y abrumadora de The Pinker Tones y
Soy tu agua es la versión íntima, conmovedora y “paramundos” de Virginia Maestro. Ambas son perfectamente validas (de hecho
Soy tu agua sólo tiene sentido porque existe
Soy tu aire), pero yo me quedo de largo con el agua porque me parece mucho más cercana a los valores diferenciales que siempre he atribuido a la propia Virginia: allí ella no es una actriz más dentro del reparto sino que lo es prácticamente todo, y eso le otorga un rol mucho más importante, que ella conoce y por eso asume más riesgos.
Soy tu aire quizás hubiera funcionado con otra cantante (aunque seguro que nunca hubiera sido tan genuina),
Soy tu agua sólo tiene razón de existir con la inimitable forma de interpretar de Virginia Maestro.
Por eso resulta aún más incomprensible que la versión favorita de Virginia del tema más especial para ella, la mejor canción de todas las grabadas para el autor de la misma y Productor Ejecutivo también del disco, la más destacada igualmente en las
encuestas en la comunidad de Labuat con más movimiento que en ese momento existía, no figurase en el tracklist del CD, sino que únicamente fuera accesible en una edición Deluxe en iTunes, que como se ha dicho, vino además plagada de problemas. Tampoco es un tema que se puede escuchar a través de Spootify, donde generalmente de otros artistas si figuran el máximo número de pistas posibles hayan salido o no en exclusiva en la red.
Soy tu agua al final no es conocida más que por los que hacemos un seguimiento directo de la carrera de Virginia Maestro y representa una oportunidad perdida para capturar gente en estos tiempos, en los que hay tal oferta y se hacen escuchas tan rápidas, que hay que aprovechar cualquier golpe de “click” casual que se presente.
Menos entendible resultaría aún que se plantease hacer la misma jugada en el futuro disco, ofreciendo versiones alternativas (aunque paradójicamente podrían tratarse precisamente de las originales) tan singulares como
Soy tu agua únicamente por otras vías en que no sean la del disco físico. Si no figuran en el CD mi opinión es que es casi como sino estuvieran, porque esa comprensible vía de explotación mediante iTunes es más para temas de relleno y descartes que para joyas como precisamente es
Soy tu agua (a mi parecer la más grande de todas). Más doloroso sería, que alguna de esas canciones se tratasen de esas de las que hacen cambiar la trayectoria de una carrera: dejar fuera de ese segundo disco alguno de los mejores temas por su correspondiente “versión” (pasada por un filtro de comercialidad absolutamente erróneo), sólo lograría capturar menos gente porque no se está ofreciendo lo original, lo genuino, la autentico... en estos días de clones.
Me gustaría que para el próximo disco no sólo se incluya directamente lo mejor (tenga la condición que tenga), sino que como single de nuevo se vuelva a apostar por la diferencia, por la intuición, por los sentimientos propios y no por los supuestos ajenos, como en su día pasó con la elección de
Soy tu aire. Sé que el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra, pero me encantaría además que esa apuesta venga esta vez acompañada de buenas e inteligentes formas de promoción aunque no necesariamente conlleven excesivo gasto económico, que el mal trabajo en los despachos no termine silenciando la buena labor artística. Sólo se requiere implicación y seguir el camino trazado.
Feliz cumpleaños
Soy tu aire, estoy seguro que el tiempo te tratará bien.