viernes, 31 de diciembre de 2010

Balance

Quedan apenas 107 minutos para acabar el año y para ser poco original, uno no puede sino echar la vista atrás y hacer balance de lo que nos ha dejado este 2010 que ya se acaba. ¿Cómo se pueden valorar 365 días cuando han condensado lo peor de tu etapa más reciente, y lo mejor de prácticamente toda tu vida?

Este aspira a seguir siendo un Blog sobre música (que por cierto, pronto volverá a dar guerra), así que para resumir esta última etapa me gustaría volver a hacer referencia a la misma: en el año, que ahora termina he vuelto a sentir el increíble motor de emociones que una sucesión de acordes puede llegar a ocasionar. La capacidad que puede tener, de hacer saltar por los aires nuestras prioridades y modo de vida.

Creo que ya te lo he dicho alguna vez: el día que te encontré cantando todo cambió

domingo, 25 de julio de 2010

1988


Ya eran varios los cumpleaños tristes sin el sonido de "Las mañanitas" al despertarme. Ya no había saltos de baldosa en baldosa esquivando fuegos ficticios, aunque en mi interior deseara volver a sentir subir escalones de dos en dos. Siempre esperé caramelos junto a las vueltas en la peluquería, pero no hubo más dulces de fresa sino amargura en mi paladar… La vida real es un tortazo sin polvo de hadas, para los aprendices de Peter Pan.

Pero aquel verano fue distinto: estuve toda la noche a tu lado mientras montábamos nuestro fuerte de tela y algodón. Fue ese el parque de noche de verano donde hablamos horas sin importar las manecillas del reloj, la cueva junto al mar donde curé tus heridas con tiritas de dibujos, la tienda de caramelos donde comimos helado hasta reventar... Fue también ese el mágico lugar donde, nervioso como un flan, te di la mano.

En nuestro interior siempre figurará 2010 como el año que regresamos al verano del 88: el año que volvimos a ser niños.

jueves, 24 de junio de 2010

All that Jazz


Se acerca la noche del 26J en Clamores, y uno no puede sentir sino morriña rememorando lo que vivió en esa misma sala el pasado 9 de Abril: mi primer concierto de Virginia Maestro. ¡Y que concierto! Diría que el más Jazzistico de los que he podido ver a Virginia hasta la actualidad a través de los diversos medios de los que disponemos.

A la complicidad del dúo que habitualmente forma con Iñaki García, se sumó uno de los mejores bateristas del país cuyo acompañamiento a Virginia (tanto en directo como en el futuro disco) es todo un lujo; un contenido(como la ocasión requería) José “Niño” Bruno. Entre ellos formaron un Trío con mucho Swing, que completó una hora y media repleta de largas y magnificas improvisaciones tanto vocales como instrumentales, tan características del género (Iñaki estuvo especialmente esplendido esa noche).

En esta ocasión dejaron a un lado las canciones de Labuat, para centrarse en un repertorio excepcionalmente bien elegido para la sala en la que se encontraban, una de las más prestigiosas del panorama nacional con más de 30 años de historia detrás, y donde quedaron encantados con el espectáculo y con el comportamiento del público. A las composiciones propias de Virginia (donde brilló con luz propia un “I Call your name” cada vez más cinematográficamente dramático) se unieron algunas de las canciones que más pegaban con el local y mejor se ajustan a ella como "All of me", “Put the blame on mame” (en mi opinión el mejor tema de la noche), “Smile”(en un estilo más Madeleine Peyroux que Nat King Cole), “Dream a little dream of me”, “Blue Moon” (una de las sorpresas de la noche), etc.... A las que se añadieron otras en una línea más Pop como “Creep”, “I Want to hold your hand” (versión Across the Universe), “Yesterday”, “Turn me on”, un "Have I told you lately that I love you?" que dejó sin aliento a más de uno, etc... Como resultado esa curiosa mezcla de estilos (pero sin irse a los extremos) en la que Virginia se maneja tan bien.

Asistir a este concierto fue casi como retroceder en el tiempo, poder degustar géneros y canciones que unos cuantos románticos aún adoramos a pesar de los años. Rememorar una forma de vivir la música, que a menudo echamos de menos en una época (la actual) repleta de sonido prefabricado y conciertos de plástico donde lo que prima es el ruido y el marketing. Servidor sin ser para nada un erudito o un entendido en la materia, ha tenido la gran fortuna de asistir a muchos y variados espectáculos de Jazz simplemente por el hecho de residir en un sitio donde se tiene mucho respeto por este género musical. Desde hace varios años he podido disfrutar de conciertos en los Festivales de Jazz de Donostia, Vitoria o Getxo; asistir semana tras semana a iniciativas tan geniales como “Bilbao 365 Jazz”. En mi haber, conciertos de Puro Jazz instrumental, fusiones con Funky, Blues, etc, pasando también por las diversas variedades de Jazz Vocal: tanto el Contemporáneo (que en muchos casos de Jazz sólo tiene pequeños destellos), o el que hace referencia a las grandes divas del Jazz de la primera mitad de Siglo. Conciertos en formato Big Bands, Tríos, Cuartetos, acústicos reducidos, etc

Tan sólo quiero decir que en mi humilde opinión, el espectáculo al que asistí en Abril en Clamores, perfectamente podría ir integrado en alguno de esos carteles que anteriormente he mencionado. Evidentemente no se trata de un propuesta pura (ni falta que hace añado), pero personalmente he asistido a bastantes conciertos con la etiqueta previa de Jazz con mucho menos contenido del mismo del que me ofrecieron Virginia Maestro, Iñaki Garcia y el Niño Bruno en Clamores. Con más razón ahora, que muchos de esos festivales tienen una mentalidad mucho más aperturista, abriéndose a otros géneros o a fusiones como la aquí presentada.

¿Que hace falta entonces para entrar en esa dinámica de más festivales (sean del estilo que sea)? ¿Para granjearse cierto prestigio que permita sobrevivir con algo más que 2 o 3 conciertos de formato reducido al mes? Pues supongo que es muy duro luchar contra los malditos prejuicios que haber estado en un programa como OT aportan. Tampoco ayuda una imagen pública de tu música por parte de la discográfica, que no es sino la antítesis de lo que en la actualidad estás ofreciendo en directo (todavía al entrar en la web oficial salta el horrendo "De Pequeño").El disco tampoco refleja el momento presente y el segundo que(supongo) podría ir en una linea más similar, parece estar aún demasiado lejos. También creo que fundamentalmente faltan cincuenta Clamores e ir poco a poco luchando contra los prejuicios y los tiempos difíciles que a Virginia le están tocando vivir; ganar 10 seguidores en un concierto, en el próximo 3 o 4. Virginia precisa el T
tiempo del que tanto he hablado...

Este texto no pretende ser la enésima confirmación para los mismos de siempre de lo convencidos que estamos, del tremendo potencial de lo que tenemos entre manos, se trata de una petición casi a la desesperada, un S.O.S. de algo que está en peligro. Amantes del Jazz, de la Música Negra, del buen Pop foráneo, de los conciertos intimistas, de la forma de hacer música de principios de siglo, de los Beatles, de cierta sensibilidad al cantar, gente a los que guste la buena música en general..., esto va dedicado a esas personas que aún dudan. Hay una chica en este país que se lo está currando y que está dando estupendos (y originales) conciertos que van en esa linea tan difícil de encontrar hoy en día a nivel nacional, su nombre es Virginia Maestro.

Por favor, denle una oportunidad a Virginia Maestro, busquen vídeos de algunas de sus actuaciones en directo y juzguen con su propio criterio. No se dejen arrastrar por su procedencia, los prejuicios por quien le apadrina, ni siquiera se dejen guiar por el disco que en estos momentos está a la venta.., lo que en vivo ofrece es otra cosa. Sería una pena que una chica que puede llegar a aportar algo tan hermoso y diferente no fuese capaz de sobrevivir, y se perdiese en la industria del Mainstream con un únicamente un disco de encargo. Yo que afortunadamente he podido vivir mucha música en directo, les aseguro que está a la altura y les sorprenderá.

Acérquense a Clamores, garantizo que como me ocurrió a mi, pasarán el fin de semana con una sonrisa de oreja a oreja tatareando "All of me".

lunes, 21 de junio de 2010

Pintando adoquines amarillos



Muchas veces nos ofuscamos tanto en nuestra travesía, nos obsesionamos tanto con la perfección de la misma, que no nos damos cuenta, que además del recorrido inicialmente marcado hay muchas y diversas formas de llegar a Ciudad Esmeralda.

Tratas de aferrarte tanto al rumbo por todos señalado, que cualquier pequeño desvío te desestabiliza. La niebla te ciega y no puedes ver que al perderte de algún modo, estás pintando adoquines amarillos sobre la tierra mojada.

Redefines un nuevo camino mucho más rico y hermoso del inicialmente previsto. El tiempo lo llenará de altibajos, de sorpresas y decepciones..., pero al fin y al cabo será tu propio camino. Sólo te pertenece a ti.

No te asustes al alejarte del rebaño mientras coloreas tu propio futuro; tienes valor, cabeza y corazón para llegar. Cuando estés cansada, únicamente chasquea tus zapatos de rubíes, yo sólo puedo seguir susurrándote por las noches para que no tengas miedo. Más tarde mientras duermes, me retiro a mi rincón a observarte, tan mágica, improvisando la vida.


Las penas se van como caramelos de limón,
mucho más allá de las chimeneas,
allí es donde te encontraré.

Los sueños que te atreves a soñar,
se convierte en realidad.

lunes, 7 de junio de 2010

No marques las horas

Lo reconozco, desde jovencito siempre he tenido una personalidad complicada. Un carácter excesivamente ciclotímico hace que mi estado de ánimo bascule tanto y tan rápido, que termino por desesperar al final hasta al más fiel de mis amigos. Igual que se puede decir que no soy alguien fácil de llevar, tampoco soy demasiado buen anfitrión, y no son pocas las ocasiones en las que en el momento que más invitados me esperaban en casa, he tenido la extraña “habilidad” para desaparecer.

Como sé que en mi libro diario tengo varios apuntes en el debe, me gustaría presentar mi propio pliegue de descargo. Quisiera decir que sigo tan reafirmado en mis propias convicciones como el primer día, y que ahora que las obligaciones laborales por fin me lo van a permitir, devolveré parte de lo perdido. En esta ocasión y sin que sirva de precedente, aclaro que todo este silencio administrativo no se ha debido a la perdida de fe o algo atribuible a mi propio carácter, sino que en esta ocasión todo se puede resumir en una cuestión de tiempo (o más bien de falta de).

Resulta irónico que con la de veces que aquí he hablado de paradas de mundo, sea yo ahora quien precisamente se acueste soñando con poseer la capacidad de hacerlo. Nada me gustaría más que poder modificar las fracciones de tiempo a mi antojo, y de esta forma poder leer todos los libros que con prisas aparqué en la estantería. Saborear desde el primero de los clásicos cinematográficos que siempre quise ver y nunca tuve el momento para hacerlo. Podría escuchar toda la música del mundo con el "repeat" activado sin miedo a que se escape el tren.

Me encantaría tener la posibilidad de parar el mundo y dedicar más tiempo a mis aficiones para más tarde, poder escribir largo y tendido sobre ellas. Pero ahora sobre todas las cosas y tal y como una vez me cantaste al oído, detendría las horas en mi amanecer contigo.

miércoles, 7 de abril de 2010

Tiempo (CZas)


Mientras se desmonta Pangea, mientras las balas se cruzan, yo sólo estoy en guerra con mi propio interior. Es mi hogar, donde aún así, vivo ahora apaciguado.

Y es allí donde por las tardes me tumbo al sol a ver los brotes de vida que la Primavera nos trae. Algunos son hermosos desde el primer parpadeo, otros en la madurez alcanzarán la belleza, los hay también que siempre soñarán con ella aunque jamás la logren poseer, pero todos tienen algo en común... están llenos de savia, del milagro de la creación. Se echa la noche encima, en mi hogar el tiempo se resbala entre los dedos, allí alcanzo mi karma.

Tengo 107 motivos para estar tranquilo, 107 razones para despreocuparme, 107 prorrogas que concedo, y tan sólo 3 o 4 inquietudes que perturban mi paz. Dame intimidad con clamores, haz que pierda la segunda hora en tres semanas, no quiero explicaciones, yo te concedo todo el tiempo del mundo, ahora tú tan sólo... páralo.

Pd: Porque desde el principio lo tuve claro, CZas siempre significó "Tiempo".

sábado, 27 de marzo de 2010

Ni inglés, ni castellano...

Scat



* Gracias a Casaca por su generosidad.