
Se acerca la noche del 26J en Clamores, y uno no puede sentir sino morriña rememorando lo que vivió en esa misma sala el pasado 9 de Abril: mi primer concierto de Virginia Maestro. ¡Y que concierto! Diría que el más Jazzistico de los que he podido ver a Virginia hasta la actualidad a través de los diversos medios de los que disponemos.
A la complicidad del dúo que habitualmente forma con Iñaki García, se sumó uno de los mejores bateristas del país cuyo acompañamiento a Virginia (tanto en directo como en el futuro disco) es todo un lujo; un contenido(como la ocasión requería) José “Niño” Bruno. Entre ellos formaron un Trío con mucho Swing, que completó una hora y media repleta de largas y magnificas improvisaciones tanto vocales como instrumentales, tan características del género (Iñaki estuvo especialmente esplendido esa noche).
En esta ocasión dejaron a un lado las canciones de Labuat, para centrarse en un repertorio excepcionalmente bien elegido para la sala en la que se encontraban, una de las más prestigiosas del panorama nacional con más de 30 años de historia detrás, y donde quedaron encantados con el espectáculo y con el comportamiento del público. A las composiciones propias de Virginia (donde brilló con luz propia un “I Call your name” cada vez más cinematográficamente dramático) se unieron algunas de las canciones que más pegaban con el local y mejor se ajustan a ella como "All of me", “Put the blame on mame” (en mi opinión el mejor tema de la noche), “Smile”(en un estilo más Madeleine Peyroux que Nat King Cole), “Dream a little dream of me”, “Blue Moon” (una de las sorpresas de la noche), etc.... A las que se añadieron otras en una línea más Pop como “Creep”, “I Want to hold your hand” (versión Across the Universe), “Yesterday”, “Turn me on”, un "Have I told you lately that I love you?" que dejó sin aliento a más de uno, etc... Como resultado esa curiosa mezcla de estilos (pero sin irse a los extremos) en la que Virginia se maneja tan bien.
Asistir a este concierto fue casi como retroceder en el tiempo, poder degustar géneros y canciones que unos cuantos románticos aún adoramos a pesar de los años. Rememorar una forma de vivir la música, que a menudo echamos de menos en una época (la actual) repleta de sonido prefabricado y conciertos de plástico donde lo que prima es el ruido y el marketing. Servidor sin ser para nada un erudito o un entendido en la materia, ha tenido la gran fortuna de asistir a muchos y variados espectáculos de Jazz simplemente por el hecho de residir en un sitio donde se tiene mucho respeto por este género musical. Desde hace varios años he podido disfrutar de conciertos en los Festivales de Jazz de Donostia, Vitoria o Getxo; asistir semana tras semana a iniciativas tan geniales como “Bilbao 365 Jazz”. En mi haber, conciertos de Puro Jazz instrumental, fusiones con Funky, Blues, etc, pasando también por las diversas variedades de Jazz Vocal: tanto el Contemporáneo (que en muchos casos de Jazz sólo tiene pequeños destellos), o el que hace referencia a las grandes divas del Jazz de la primera mitad de Siglo. Conciertos en formato Big Bands, Tríos, Cuartetos, acústicos reducidos, etc
Tan sólo quiero decir que en mi humilde opinión, el espectáculo al que asistí en Abril en Clamores, perfectamente podría ir integrado en alguno de esos carteles que anteriormente he mencionado. Evidentemente no se trata de un propuesta pura (ni falta que hace añado), pero personalmente he asistido a bastantes conciertos con la etiqueta previa de Jazz con mucho menos contenido del mismo del que me ofrecieron Virginia Maestro, Iñaki Garcia y el Niño Bruno en Clamores. Con más razón ahora, que muchos de esos festivales tienen una mentalidad mucho más aperturista, abriéndose a otros géneros o a fusiones como la aquí presentada.
¿Que hace falta entonces para entrar en esa dinámica de más festivales (sean del estilo que sea)? ¿Para granjearse cierto prestigio que permita sobrevivir con algo más que 2 o 3 conciertos de formato reducido al mes? Pues supongo que es muy duro luchar contra los malditos prejuicios que haber estado en un programa como OT aportan. Tampoco ayuda una imagen pública de tu música por parte de la discográfica, que no es sino la antítesis de lo que en la actualidad estás ofreciendo en directo (todavía al entrar en la web oficial salta el horrendo "De Pequeño").El disco tampoco refleja el momento presente y el segundo que(supongo) podría ir en una linea más similar, parece estar aún demasiado lejos. También creo que fundamentalmente faltan cincuenta Clamores e ir poco a poco luchando contra los prejuicios y los tiempos difíciles que a Virginia le están tocando vivir; ganar 10 seguidores en un concierto, en el próximo 3 o 4. Virginia precisa el T
tiempo del que tanto he hablado...
Este texto no pretende ser la enésima confirmación para los mismos de siempre de lo convencidos que estamos, del tremendo potencial de lo que tenemos entre manos, se trata de una petición casi a la desesperada, un S.O.S. de algo que está en peligro. Amantes del Jazz, de la Música Negra, del buen Pop foráneo, de los conciertos intimistas, de la forma de hacer música de principios de siglo, de los Beatles, de cierta sensibilidad al cantar, gente a los que guste la buena música en general..., esto va dedicado a esas personas que aún dudan. Hay una chica en este país que se lo está currando y que está dando estupendos (y originales) conciertos que van en esa linea tan difícil de encontrar hoy en día a nivel nacional, su nombre es Virginia Maestro.
Por favor, denle una oportunidad a Virginia Maestro, busquen vídeos de algunas de sus actuaciones en directo y juzguen con su propio criterio. No se dejen arrastrar por su procedencia, los prejuicios por quien le apadrina, ni siquiera se dejen guiar por el disco que en estos momentos está a la venta.., lo que en vivo ofrece es otra cosa. Sería una pena que una chica que puede llegar a aportar algo tan hermoso y diferente no fuese capaz de sobrevivir, y se perdiese en la industria del Mainstream con un únicamente un disco de encargo. Yo que afortunadamente he podido vivir mucha música en directo, les aseguro que está a la altura y les sorprenderá.
Acérquense a Clamores, garantizo que como me ocurrió a mi, pasarán el fin de semana con una sonrisa de oreja a oreja tatareando "All of me".