A menudo camino por sus calles vacías, paseo entre las ruinas de lo que no hace tanto fue una gran civilización. Sus travesías todavía rezuman cultura, aún se pueden degustar sus valores que como el buen café perduran en el paladar cuanto más tiempo ha pasado, pero sobre todo lo hacen en nuestra cabeza. Se pierden las horas entre sus paredes, paredes de las que no cambiaría un solo adoquín.
Una maldición lo dejó sin vida transformándole en Cristal. Sus cimientos, antes sólidos, ahora se resquebrajan sólo con el pasar de los días, estando cada vez más cerca de la rotura total. Sus habitantes quedaron también congelados; a algunos les pilló en plena discusión, otros estaban transmitiendo amor o alegría, a la mayoría les cogió en pleno paseo por la ciudad o tratando de escapar precisamente de ella porque sabían que esto pasaría. Todos quedaron atrapados en su interior y de esta forma están condenados a permanecer.
Sopla la brisa y me llega el aroma a sabores de los buenos momentos, tiempos de grandeza y aún mayores aspiraciones que como cíclicamente pasa con los grandes imperios, bastó un breve instante para derrumbarlos, una elección. Aflora en mí la nostalgia, añoranza de lo que pudo ser y no fue: aún siendo ahora de Cristal e inerte, no habrá jamás Palacio mejor ni más bello.
Decido seguir vagando eternamente por donde alguna vez transitó tanta gente, aunque esté sólo. En lo más alto de la más alta torre hay una puerta abierta por la que se cuela un rayo de sol…
Yo no le miro de frente. Trato de escapar por uno de sus recodos...a la derecha;pero ya nada es igual.
ResponderEliminarMe quedo con el rayo de sol.......
ResponderEliminarY ese rayo de sol, ¿ podría despertar al palacio de cristal de su letargo?
ResponderEliminarQue seria de este mundo sin las ilusiones, ¿verdad?
No creo que haya más palacios como ese.
ResponderEliminarPor qué cristalizaría...
ResponderEliminarNingún imperio ha caido por cosas tan simples.
ResponderEliminarA veces un gigante se deja caer...
Alguien dijo "cuándo una amistad se rompe por una tontería, entonces la amistad que profesaban era una tontería".
No quiero faltar el respeto ni creer que fue una tontería, pero si era tan importante ¿no se podía negociar un acuerdo?.
No se entrega una ciudad tan facilmente, ni sus ciudadanos entendieron del todo la rendición incondicional.
Tal vez quieras seguir bagando yo lo hago a menudo, por muchos aspectos de mi vida, por muchas calles del pasado glorioso que siempre repetimos una y otra vez en nuestra mente.
Pero el "nunca despertar", el creer que "todo tiempo pasado fue mejor", no es propio, de personas que forjaron ese imperio.
Que me enseñaron a esperar, porque sobraban los motivos, porque había esperanza con argumentos de peso, en ese rayo de sol que aun se asoma.
"Los mejores años están por venir" dijo un gran pensador y podemos construir otros imperios, aun más grandes, aun más poderosos, aun más influyentes.
General, si usted lo considera oportuno. General, si se encuentra ciego de presente o de futuro, y solo quiere hablar del pasado, por sus medallas y sus logros aun así: El General Tiene Quién le Escriba, tenemos gente que puede escuchar sus palabras y ponerlas en otras ciudades.
Seguimos en Guerra Señor, salga del hospital, lo necesitamos SI USTED QUIERE en el frente de batalla, las tropas esperan alguien de su experiencia en el campo.
Yo sigo esperando muchas cosas, y a usted también lo espero, tarde lo que tarde.
Porque en ese imperio me enseñaron muchas cosas
sobre todo a escuchar, y aprendí que el cariño no tiene condiciones, y sin condiciones es más; con todas las contradicciones, las tuyas, las mías, las de los otros y otras, aun así podemos formar un nuevo imperio, depende de nosotros.
Porque a pesar de la nieve que veo caer por esta ventana, sé perfectamente que detrás hay un sol radiante.
y después de tantos y tantos días volverá, volverá y nos iluminará con más fuerza que como lo recordábamos.
El sol sigue vivo aunque algunas nubes, digan lo contrario.
alguien escribió un 29 de mayo de 2009 a las 9:20 horas::::
ResponderEliminarPorque te escuchaba a Kilómetros y siempre sabía que eras tú, porque jamás necesitaste gritar para cantar, porque donde unos veían falta de potencia yo veía sutileza, elegancia, dulzura, matices… personalidad. Por cantar en Ingles a contracorriente, por tu color de voz en ese idioma con millones de armónicos. Por improvisar, porque tienes ya unos cuantos tics propios a la hora de cantar que forman un estilo, tu estilo. Por no recurrir a los artificios ni en imagen, ni en voz, ni en puesta en escena. Por lo íntimo, lo que te agarra el corazón y no lo suelta; por las luces a media luz y tu imagen sobrecogedora a metro y medio. Porque cantando “The first time ever I saw your face”, recién levantada, sin moverte un metro, vestida de calle y sin arreglar, a mí ya me dabas más espectáculo que el mejor y más grande “Circo del Sol”. Por las clases de Manzo que te hicieron ganadora y no las galas. Por mostrarnos a Virginia en Casagrande, que se fue como el caballero que se va después de haber cumplido su función (gracias Lucky).
Porque me sorprendiste con tus elecciones, porque jamás recurriste a lo fácil o a lo común, sino a lo que a ti te gusta aunque sean temas de hace 40 años o desconocidos, porque además haces que nos gusten. Por el Jazz, el Blues y el Soul y no por lo que se pierde en lo gris. Por tener un estilo tan alejado de modas comerciales o indies y nada extendido en España. Por tu respeto a los clásicos, por enseñárselos a la gente más joven. Por tu brillo en las pupilas con la música en directo, tu amor hacía la misma, tu forma de sentirla por todo el cuerpo, la burbuja que te envuelve y nos envuelve. Por tu “Love me like a Man”, por “Creep”(pese a quien le pese), por tu “My baby just care for me”, por tu “Lovefool”, por tu “Bring it Home to me”; por tus versiones de los Beatles. Por tu “Over the Rainbow”, tu “Amazing Grace”, tu “Cry to me”, tu “Goodnight Moon” ... Y si, utilizo “tu” es porque esos temas son tuyos. Te metiste es mi subconsciente para siempre con TU (con mayúsculas) “Smile”, desde entonces sólo tuyo
Porque me volviste loco con tus canciones propias, me pasé los días desesperado pidiendo que salieras con la guitarra y nos las regalaras, te busqué cada minuto en algún rincón de la academia con ella. Porque escuché esos vídeos más que ningún otro disco en verano, porque fantaseé pensando como sería cada tema completo, porque les puse títulos, los imaginé con arreglos… Por las que ya nos has regalado completas ahora, y las que nos regalarás en un futuro. Por la Virginia compositora, porque me niego a pensar en ti como “la voz de Labuat” solamente.
Por ser algo más que una cantante, por tu trato hacía la gente, Porque me basta verte un segundo para saber como estás, mirando esos ojos que discuten si azules o verdes, pero yo sé que son transparentes. Porque no necesitaste llenar de azúcar las cosas cuando estaban mal, por tus señales ocultas en las líneas de tus cartas y mensajes. Porque la autenticidad no se queda sólo en palabrería. Por tu personalidad, por tu espontaneidad, también por tu ingenuidad o tu adorable torpeza de movimientos. Por tus ganas de mejorar a todos los niveles, donde otros se hubiesen parado.
Por todo esto, es por lo que todavía estoy aquí. También es por lo que seguiré dentro de un año, esperándote si hace falta. La pregunta es, Virginia: ¿por qué te gustas tú?
ese alguién lo conoces, creo que si... saludos
Puede ser que la "alcaldesa" de la ciudad no confie en nuevos "Concejales" y prefiere a la "oposición".
ResponderEliminar...el rey!!!...y los habituales de palacio...solo por ellos seguiría buscando ese rayito de sol.
ResponderEliminarTú lo ves de cristal, yo sigo viendo esos cimientos fuertes y sólidos. Y si está vacío es porque alguien grito: ¡se va a cristalizar! y muchos salieron huyendo, ahora los habitantes están diseminados. Pero poco a poco construirán otro palacio y otra ciudad incluso mejor que la de antes.
ResponderEliminarMuchas palabras se han vertido sobre ello pero seguimos sin conocer los motivos exactos del cierre.
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